MICROPLÁSTICOS EN EL AGUA
- Madina Palade
- 2 ene 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 28 ene 2021
Las formas de contaminación de las diferentes fuentes y corrientes de agua son múltiples y casi todas se deben a acciones realizadas por los seres humanos.
Ya sea por eliminación inadecuada de los desechos, por el empleo de métodos incorrectos de tratamiento de las aguas en los centros urbanos o por accidentes, las aguas se contaminan y ello acarrea desastrosas consecuencias medioambientales.
Los derrames de petróleo, los vertidos de productos tóxicos y agrícolas que llevan elementos químicos (abonos, insecticidas y herbicidas) y la incorrecta disposición de todo tipo de basuras se transforman en agentes contaminantes directos o indirectos, que a través de los ríos llegan a nuestros mares y océanos.
Todos estos elementos de contaminación producen estragos en la salud de todos los seres vivos incluidas las plantas, los animales y los seres humanos, cuya supervivencia depende del agua potable.
La contaminación por plásticos, desgraciadamente para todos, es una realidad a nivel mundial. Además, un nuevo problema reciente, y vinculado a este, se ha manifestado con mayor relevancia, si cabe: los microplásticos. Seguramente se te pasen por la cabeza una cantidad de dudas ante esta amenaza, pero está ahí y es sobre lo que trata la entrada de hoy.
Los microplásticos son piezas muy pequeñas de plástico que se encuentran en nuestros mares y océanos con frecuencia, como consecuencia de su uso durante años en productos cosméticos como las cremas o geles exfoliantes, o como consecuencia de la degeneración de piezas más grandes, con el paso de los años. Estas diminutas piezas en el agua son un problema grave principalmente por la dificultad para eliminarlos debido, sobre todo, a su pequeño tamaño.
Tras un estudio llevado a cabo por la Universidad de Nueva York, se ha descubierto que en una botella de agua del supermercado se pueden encontrar hasta 10.000 partículas de plástico por litro. De hecho, los microplásticos han conseguido que el Mediterráneo actualmente sea uno de los mares más contaminados y con mayor densidad de plásticos de todo el planeta. Impactante, ¿verdad?
El proyecto Microplast, que cuenta con financiación de la Agencia Valenciana de la Innovación, ya está buscando soluciones a este asunto, y pretende llegar a cuantificar la presencia de estas partículas en el agua y valorar la eficacia de los distintos métodos de filtrado. Para ello el proyecto busca desarrollar dos tecnologías de tratamiento de las aguas, a escala piloto, para ver su proceso.
Pero este reto no es solo de un grupo de personas, es de todos, y la solución para reducir la contaminación por plásticos pasa primero por la reducción de su uso. Podemos evitar perfectamente el consumo de productos como bolsas, cubiertos o pajitas. Y cómo no, introducir en nuestras vidas el hábito verde de reciclar, como algo habitual.
Por otra parte, en el mismo informe se muestran las diversas fuentes de contaminación por microplásticos. Principalmente, pueden proceder de la fragmentación de materiales de mayor tamaño, impulsado por agentes externos. Entre estos se destacan el poder oxidante de la atmósfera, la radiación ultravioleta y la fuerza mecánica de las olas. Así como puede provenir de pérdidas en la cadena de producción y transformación de la granza. La degradación de neumáticos se menciona en el documento como otra de las vías de contaminación.
Cabe destacar que la mala gestión de los residuos y los patrones de consumo también pueden culminar con plásticos en el mar. Además, mucho de este material que fue analizado está compuesto de tereftalato de polietileno, más conocido como PET, presente en envases desechables.
El Grupo de expertos de Naciones Unidas consideró en 2015, que la peligrosidad está dada no solo por la exposición sino también por las propiedades físicas, químicas, la toxicidad y la capacidad de algunos plásticos para que otros contaminantes se absorban en su superficie.
En concordancia, otro punto importante es que los pequeños animales que se alimentan filtrando, como los cangrejos rojos y otros organismos del zooplancton, no solo trasladan el microplástico a través de la columna de agua, sino que también se introducen en las redes alimenticias.
En este sentido, también el informe de CEDEX cita varios estudios de campo que concluyen que estas partículas son ingeridas por error por cantidad de especies en los diferentes niveles tróficos, desde pequeños invertebrados, peces, aves y mamíferos marinos.
Además de los daños físicos no es menor el concepto de bioacumulación. Los componentes pasan a los tejidos de especies que luego son consumidas también por el humano. Esto ocurre principalmente con peces y mariscos, aunque hasta el momento no hay estudios suficientes que concluyan sobre los posibles efectos negativos en la salud.
A modo de conclusión, podremos decir que los microplásticos no solo afectan a organismos en particular, sino que también puede tener efectos en las poblaciones, con riesgo de poner en peligro la dinámica de los ecosistemas, desde la producción primaria como en el sedimento marino.


Comments