INVERSIÓN SOSTENIBLE 2021

Estamos en un momento en el que todo el mundo desea volver a la normalidad y que comience cuanto antes la recuperación económica. Esta situación nos lleva a preguntarnos sobre el papel de la inversión sostenible en 2021 y como le ha afectado a este tema la pandemia mundial.

Antes de esta crisis, en 2019 en España la inversión sostenible había supuesto un crecimiento del 36% respecto al año anterior y tenía un futuro de crecimiento casi asegurado. Hasta que llegó marzo de 2020 donde económicamente todo el mundo se paralizó. Justamente antes se había celebrado en Madrid la cumbre mundial del clima, donde se había dado prioridad a la emergencia climática y se habían planteado planes de acción a nivel europeo y otros a nivel mundial.

Con la aparición del Covid-19 se abrían en el mundo dos frentes a resolver: la emergencia climática y la emergencia sanitaria. Esto supuso un impacto en toda la actividad, desde vulnerabilidad física como es la enfermedad o el fallecimiento; hasta aspectos relacionados con la economía como el turismo, transporte o la hostelería (especialmente relevantes en nuestro país). El sector financiero no se salvó del desastre y el miedo se apoderó de los inversores y fueron los productos sostenibles los que soportaron mejor la variabilidad de valores, principalmente porque se evitaban sectores más afectados por la crisis sanitaria. Aunque hay que destacar que el contexto actual ha dado un nuevo enfoque a este tipo de finanzas, redirigiéndolas a aspectos más sociales, que pasan a un primer plano, aunque conviven con los medioambientales.

En este momento en el que las consecuencias de la pandemia cambian muchas de las prioridades tanto del inversor como de cualquier otro ciudadano y acentúan el carácter solidario, este tipo de inversión resulta más interesante aún. La razón es clara: los ahorradores pueden elegir dónde destinar su dinero. Si invertir en una compañía u otra puede ser igualmente rentable, ¿no resulta más atractivo hacerlo en la que sea más responsable?

Las inversiones sostenibles no sólo cuidan el medio ambiente y la sociedad, sino también el bolsillo del inversor.

Pero ¿que implica esto para las empresas? La empresa tiene que estar donde esté el inversor, y el inversor está cada vez más concienciado sobre la sostenibilidad en las inversiones, por lo que si quiere ser competitiva tiene que estar ahí. Según la encuesta Global Client Sustainable Investing Survey de BlackRock, los inversores planean duplicar sus asignaciones a los productos sostenibles en los próximos cinco años, y el 20% de los encuestados afirma que la pandemia ha acelerado sus asignaciones a inversiones sostenibles.

Este panorama según el Estudio Global de Inversión 2020 de Schroders, traerá oportunidades excepcionales, en particular, en la energía eólica marina, la red eléctrica, la cadena de suministro de vehículos eléctricos, el ferrocarril, los materiales de construcción y los equipos de calefacción eficientes y la cadena de valor del hidrógeno.

¿Puede haber sido este el comienzo de una sociedad más concienciada con el calentamiento global o es algo pasajero fruto de la complicada situación que vivimos hoy en día?