DESHIELO DE LOS GLACIARES
- Madina Palade
- 29 nov 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 28 ene 2021
La formación de un glaciar es un proceso milenario y su tamaño oscilará según la cantidad de hielo que logre retener a lo largo de su vida. Estas masas alimentan a los ríos durante los deshielos y su velocidad depende de la fricción y la pendiente del terreno por el que avanzan. En total, los glaciares llegan a cubrir el 10% de la superficie terrestre y, junto a las capas de hielo, suman casi el 70% del agua dulce del planeta.
Los glaciares se originan al compactarse y recristalizarse la nieve acumulada en lugares fríos, como es el caso de los glaciares de montaña y los glaciares polares, que no se deben confundir con las enormes placas del Ártico. Estos se clasifican según su morfología, el clima o la condición térmica.
El derretimiento de los glaciares es un fenómeno que se acentuó durante el siglo XX y que nos está dejando un planeta sin hielo. La culpa recae en la actividad humana con la emisión de dióxido de carbono y otros gases responsables del calentamiento terrestre. El nivel del mar y la estabilidad global dependen de la evolución de estas grandes masas de nieve. En detalle, las causas del deshielo glaciar son:
Emisiones de CO2: la concentración atmosférica de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero (GEI) derivados de la industria, el transporte, la deforestación o la quema de combustibles fósiles, entre otras actividades del ser humano, hace que el planeta se recaliente y se fundan los glaciares.
Calentamiento oceánico: los océanos absorben el 90 % del calor terrestre, un hecho que afecta al derretimiento de los glaciares marinos ubicados, sobre todo, en las zonas polares y en las costas de Alaska (Estados Unidos).

La Universidad de Zurich reveló que el deshielo glaciar se ha acelerado en las últimas tres décadas. Esta pérdida de hielo alcanza ya el 30 % del ritmo actual de crecimiento oceánico.
Estas son las consecuencias principales de la desglaciación:
Aumento del nivel del mar: el derretimiento de los glaciares ha contribuido a la crecida de los océanos en 2,7 centímetros desde 1961. Además, los glaciares del mundo tienen hielo suficiente como para aumentar el nivel del mar en casi medio metro.
Impacto sobre el clima: el deshielo glaciar en los polos está ralentizando las corrientes oceánicas, un fenómeno relacionado con la alteración de la climatología mundial y la sucesión de episodios meteorológicos cada vez más extremos.
Desaparición de especies: el derretimiento de los glaciares provocará también la extinción de numerosas especies, ya que es el hábitat natural de varios animales terrestres y acuáticos.
Menos agua dulce: la desaparición de los glaciares significa también menos agua para el consumo de la población, menos capacidad para generar energía hidroeléctrica y menos disponibilidad para el regadío.
Los glaciólogos creen que, a pesar de la pérdida masiva de hielo, aún estamos a tiempo salvar los glaciares de una desaparición. Algunas soluciones propuestas para poder alcanzar ese objetivo son:
Detener el cambio climático: es imprescindible disminuir las emisiones mundiales de CO2 un 45 % en la próxima década y a cero después de 2050 para así frenar el calentamiento global.
Frenar su erosión: la revista científica Nature sugirió levantar un dique de 100 metros frente a un glaciar en Groenlandia, el más castigado por el deshielo del Ártico, para contener su erosión.
Unir icebergs artificiales: un arquitecto indonesio, Faris Rajak, fue galardonado por su proyecto Recongelar el Ártico, que consiste en recoger el agua de los glaciares derretidos, desalarla y congelarla de nuevo para crear grandes bloques hexagonales de hielo. Gracias a su forma, estos icebergs podrían juntarse y formar masas heladas.
Aumentar su grosor: la Universidad de Arizona propuso fabricar más hielo. Su propuesta consiste en recoger agua de debajo del glaciar mediante bombas impulsadas por energía eólica para expandirla sobre las capas de hielo superiores, de forma que esta se congele en la superficie reforzando la consistencia.

La pérdida de masa mundial de hielo glaciar se ha incrementado significativamente en los últimos 30 años y actualmente asciende a 335.000 millones de toneladas de hielo perdido cada año. Esto se ha traducido en un aumento en los niveles del mar de casi 1 milímetro por año.
Lo que sucede en estos lugares tiene consecuencias en todo el mundo. Las industrias que dependen de pesquerías rentables se verán afectadas a medida que las aguas más cálidas cambian el lugar y época de mayor puesta de huevos de los peces. Las comunidades costeras continuarán enfrentando desastres de los cuales recuperarse les costarán miles de millones de dólares, a medida que aumenta la frecuencia de las inundaciones e intensidad de tormentas.
Las personas no son las únicas afectadas. En el Ártico, a medida que el hielo marino se derrite, los animales como las morsas pierden su hábitat. Y los osos polares pasan más tiempo en tierra buscando alimento, lo que ocasiona conflictos entre las personas y los osos.
¿Queremos llegar a una catástrofe? Seguro que no, así que comprométete en la conservación del planeta.
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