RSC: CASO MAPFRE
- Alba Lopez Diaz
- 3 dic 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 26 ene 2021
El aire que respiramos, los alimentos que nos nutren y el agua que conforma un 70% de nuestro cuerpo. Todo ello es posible gracias al planeta en el que habitamos. Nuestra vida es posible gracias al medio ambiente que nos provee un clima óptimo y todos los recursos que necesitamos para sobrevivir.
Como habitantes de la Tierra es responsabilidad nuestra, como individuos y como especie, proteger aquello que nos regala vida. Garantizar a las futuras generaciones el acceso, por lo menos, a los mismos recursos que han permitido nuestra supervivencia es un compromiso innegable.
Igualmente innegable es que en las últimas décadas hemos fracasado en esa misión rotundamente. Fenómenos como el calentamiento global y la desaparición de decenas de especies y ecosistemas son apenas una muestra de ese fallo.
No obstante, vivimos en una era de despertar. Gobiernos y organizaciones de todo el mundo han comenzado a poner en marcha numerosos esfuerzos para mitigar el calentamiento global y revertir sus efectos. El sector empresarial no solo se ha sumado, sino que en algunas regiones incluso lidera el cambio.
A continuación, mostraré algunas de las iniciativas que ha realizado Mapfre -una empresa española- quien esta trabajando en sus compromisos con la Agenda 2030 de Naciones Unidas y en su estrategia de lucha contra el cambio climático, que se apoya en las siguientes acciones:
Reducción de nuestra huella ambiental. Medir su impacto ambiental y establecer los objetivos de reducción de emisiones y neutralidad de carbono.
Integración de la variable cambio climático en su negocio. Incorporando las recomendaciones de la Task Force on Climate-related Financial Disclosures (TCFD) en su planificación financiera, así como la inclusión de los criterios ambientales, sociales y de gobierno tanto en la inversión como en la suscripción y definición de productos bajos en carbono.
Fomento de la economía circular. Han minimizado la generación de residuos en su actividad y la han posicionado como un agente de cambio en la transición a este tipo de economía, mediante el impulso de productos y servicios y apoyando a las empresas especializadas en el sector.
Preservación de la biodiversidad. Sensibilización y apoyo en iniciativas de protección de los ecosistemas más sensibles a los efectos del cambio climático.
Además, la aseguradora llegó a un acuerdo con la organización WWF para apoyar la preservación de una de las especies más amenazadas del territorio español. Con el proyecto LIFE + Iberlince se han liberado progresivamente los ejemplares criados en cautividad dentro de su hábitat. Resulta muy interesante, ya que se pueden conocer todas las áreas en las que se encuentran distribuidos estos felinos, las zonas en las que se producen los atropellos y la caza furtiva. También buscan incrementar las poblaciones de conejos y concienciar a los propietarios de las fincas donde viven los linces.

Asimismo, el acuerdo de Naciones Unidas de septiembre de 2015 "Transformar nuestro mundo: Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible", establece los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que bajo el lema de "no dejar a nadie atrás", proponen erradicar la pobreza, reducir la desigualdad y cuidar el medio ambiente, entre otros.
Lo cierto es que cualquier negocio puede contribuir a la preservación del medio ambiente a través de pequeños gestos como la reducción del consumo energético o del agua.
Comments